Portugal sigue siendo uno de los destinos más atractivos de Europa para los compradores internacionales de propiedades, ya que ofrece un mercado estable, un clima agradable y un marco legal sólido.
He aquí un resumen de los principales pasos necesarios para comprar una propiedad en Portugal.
El NIF es el primer y más esencial paso en cualquier transacción inmobiliaria en Portugal. Es necesario para todos los procesos fiscales y legales, desde la apertura de una cuenta bancaria hasta la firma de la escritura de propiedad.
Los no residentes pueden obtener un NIF en una oficina de impuestos local (Serviço de Finanças) o a través de un representante legal.
Los compradores extranjeros deben abrir una cuenta bancaria en Portugal para facilitar las transacciones financieras, como los pagos de la propiedad, los impuestos y los gastos relacionados.
Una cuenta local simplifica los pagos, garantiza el cumplimiento de las regulaciones financieras y es necesaria para emitir un cheque bancario certificado (cheque visado), la forma de pago obligatoria utilizada en la firma de la escritura pública.
La compra de una propiedad en el extranjero implica varios trámites legales y administrativos. Trabajar con profesionales experimentados, incluidos consultores inmobiliarios, abogados y asesores financieros, garantiza que cada paso cumpla con la ley portuguesa y proteja los intereses del comprador.
En The Real Estate Shop, ayudamos a los clientes durante todo el proceso, desde la identificación de la propiedad adecuada hasta completar el registro, haciendo que la experiencia sea eficiente y segura.
Una vez que se elige una propiedad, ambas partes suelen firmar un Contrato de Promesa de Compra y Venta (CPCV). Este documento define los términos de la venta, incluido el precio, el cronograma de pagos y la fecha de finalización. Vincula legalmente a ambas partes y, a menudo, incluye cláusulas penales que protegen contra el incumplimiento del contrato.
Al firmar el CPCV, el comprador suele pagar un depósito del 10-30% del precio de compra. Esto asegura la transacción y confirma el compromiso de ambas partes.
Si cualquiera de las partes se retira sin justificación legal, el depósito sirve como compensación según la ley portuguesa.
La Escritura Pública marca la etapa final de la compraventa, donde la propiedad se transfiere oficialmente ante notario.
En este punto, el comprador también debe pagar el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (IMT), el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (Imposto de Selo) y los gastos notariales y registrales correspondientes. La liquidación de estos cargos por adelantado garantiza una conclusión fluida y conforme a la transacción de la transacción.
Después de firmar la escritura, el nuevo propietario debe registrar la propiedad en la Oficina del Registro de la Propiedad (Conservatória do Registo Predial). El registro confirma la propiedad y garantiza la protección legal bajo la ley portuguesa.
La compra de una propiedad en Portugal es un proceso estructurado y transparente. Con la guía de profesionales experimentados como The Real Estate Shop, los inversores extranjeros pueden navegar cada paso con confianza, asegurando una inversión segura y exitosa.